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En la 153 Asamblea General del Episcopado Ecuatoriano que se desarrolla en la casa de espiritualidad de Betania en Quito, del 17 al 21 de abril, los obispos viven momentos de confraternidad y analizan la situación actual del país.

Monseñor Max Ordoñez, Obispo Auxiliar de Quito y Secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, indicó que siempre es importante estos encuentros para revisar temas relevantes como la educación, la sinodalidad y el de mayor trascendencia, el Congreso Eucarístico Internacional a celebrarse en la ciudad capital en septiembre del 2024.

Para ello, expresó que se cuenta con la presencia de unos de los delegados de la comisión de Roma que, “compartirá con nosotros los avances de este magno evento”, precisó.

Asimismo, recordó que a finales de enero se asignó a Monseñor José Manuel Asimbaya , hasta entonces integrante del clero en la arquidiócesis de Quito como párroco en El Sagrario, fue nombrado nuevo Obispo Castrense de Ecuador. “Tendrá como misión el pastoreo de quienes están al servicio de las Fuerzas Armadas”.

Por otro lado, insistió en que todo lo que se revisa en esta asamblea, “son temas que nos incumben, porque tenemos que buscar un a respuesta a las problemáticas de nuestros tiempos. Como pastores estamos llamados a saber responder a estas necesidades urgentes en la vida espiritual y en la vida social”.

Igualmente, dijo que existe preocupación y se solidarizan con los hermanos de Alausí y de otros sectores donde existen inundaciones. Pidió oraciones para todos quienes están pasando por esta situación y por los obispos que están reunidos en esta asamblea general.

En el segundo día de la Asamblea del Episcopado Ecuatoriano, de la que es partícipe Mons. Walter Heras Segarra Obispo de la Diócesis de Loja, manifiesta que hoy se ha reflexionado sobre los informes presentados por el Señor Nuncio Apostólico del Ecuador, el Presidente de la Conferencia Episcopal, referentes a algunos temas coyunturales sobre el quehacer de la Iglesia y también sobre la realidad nacional, que es lo que les lleva a reflexión más profunda.

“Buscar las formas de llevar en adelante una repuesta que la sociedad nos pide, dentro de la línea eclesial, cómo vivir está sínodalidad que tanto nos propone el Papá Francisco, y ahora como repuesta a la formación de nuestros seminarios, sacerdotes y la comunión más directa desde nuestras Diócesis, para tener una Iglesia en comunión, participación y misión”.