En 1531, la Santísima Virgen se apareció a San Juan Diego en el monte del Tepeyac (México). Luego de más de 490 años, la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe sigue causando asombro y despertando el fervor de los fieles.
Durante su última visita, el 12 de diciembre de 1531, Nuestra Señora se presentó a Juan Diego, a quién le pidió subir al Tepeyac y llenar su tilma, un manto típico, de las rosas que ahí encontraría y llevarlas al obispo, Fray Juan de Zumárraga.
Al llegar frente a Zumárraga, Juan Diego abrió su tilma, revelando la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, una señal de la Virgen para construir una iglesia en su honor.
Esta aparición mariana es una de las más populares en la Iglesia, y la imagen misma se puede ver incluso en espacios seculares. Millones de personas recorren su Basílica en México cada año, convirtiéndola en el santuario mariano más visitado del mundo.
A continuación 5 datos sobre Nuestra Señora de Guadalupe y su imagen en la tilma de San Juan Diego
1. La imagen no fue hecha por humanos
La imagen original no ha cambiado a pesar de los años, mientras que las réplicas humanas se desvanecen o se deterioran con el tiempo.
La imagen contiene detalles adicionales que la hacen especial, como los ojos de Nuestra Señora, que muestran lo que ella veía durante sus apariciones en 1531. Un examen microscópico también reveló que la imagen no presenta pinceladas.
2. La tilma parece ser indestructible
Desde las apariciones de la Virgen de Guadalupe, dos eventos amenazaron la imagen: un derrame de ácido en 1784 y una bomba en 1921. ¡Sorprendentemente la tilma ha permanecido intacta!
3. Las estrellas en el manto
Las estrellas en el manto de Nuestra Señora de Guadalupe coinciden con las constelaciones que se podían apreciar en el cielo el 12 de diciembre de 1531, el día de la última aparición de la Virgen.
4. Las rosas castellanas no son nativas de México
Las rosas castellanas son las flores que San Juan Diego encontró en la cima del Tepeyac y llenó en su tilma a pedido de la Santísima Madre. Cuando abrió el manto frente a Zumárraga, las rosas cayeron al suelo revelando la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
5. La Virgen de Guadalupe cambió el rumbo de la historia
“A los siete años de esta aparición, en la que Nuestra Señora se manifestó a los pueblos originarios de México como muestra de su cuidado maternal, nueve millones de indígenas aceptaron la fe católica. Sorprendentemente, esto equivale a un promedio de más de 3000 personas al día, todos los días durante los próximos siete años. Este es el número que se convirtió en Pentecostés, como se registra en Hechos 2:41”.
