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6 de Enero, la Epifanía del Señor

6 de Enero, la Epifanía del Señor

Cada 6 de enero se celebra dentro de nuestra Iglesia Católica la Epifanía del Señor, es decir la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesús al mundo representado por los reyes magos, quienes guiados por la estrella contemplan el nacimiento de nuestro Rey, de nuestro Salvador, y que sin dudas nos brinda una nueva esperanza de vida, al saber que ha nacido para rescatarnos, para llenarnos de inmensa alegría y que nosotros cayendo de rodillas podamos adorarlo entregándole como regalos: oro, incienso y mirra.

El amor de Dios hacia la humanidad ha sido infinito durante toda la historia, llegando de manera culmen en enviar a su propio Hijo nacido de mujer “envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley” (Ga 4, 4) es este gran anuncio, esta gran Epifanía que reciben los magos que venían del Oriente y que quieren conocer al Rey ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? (Mt 2,2) y que se manifestará en la ternura de un niño en los brazos de su madre la Virgen María.

El Señor ha nacido para darnos esperanza, para poder rescatarnos de la esclavitud del pecado, para darnos la condición de hijos de Dios, para ser nuestro Salvador. En este tiempo que comenzamos este jubileo dentro de la Iglesia con el tema “Peregrinos de Esperanza”, también nos acerquemos con humildad ante este gran misterio de amor, del Verbo hecho Carne, y que acojamos su esperanza que no defrauda para ser también testigos de esperanza en la vida de los demás, manifestando con alegría el encuentro con Cristo, para compartir nuestra fe con nuestros familiares y amigos, para anunciar con gozo que Dios nos ha visto con misericordia y ha habitado entre nosotros, que es el Emmanuel, el Dios con nosotros profetizado por el Profeta Isaías.

Que cada uno de nosotros como los magos vengamos a adorarlo, entregándole oro aceptando su realeza, el incienso utilizado en rituales de adoración que simboliza la divinidad de Cristo y la mirra que, para embalsamar los cuerpos, prefigura el sufrimiento de Cristo, su muerte, su humanidad. Que podamos contemplar la Gloria del Señor y llenándonos de inmensa alegría con su encuentro vayamos a anunciarlo a los demás ¡Feliz día de la Epifanía del Señor!

Padre Elías Montalvo

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