En la Parroquia San Antonio de las Aradas del cantón Quilanga se llevó a cabo la celebración de la fiesta en honor del santo más popular y querido por el pueblo, San Antonio de Padua
La Eucaristía contó con la presencia de Monseñor Walter Heras; Obispo de la Diócesis de Loja, el Párroco; padre Edgar Benavides, los sacerdotes de la Vicaría de Gonzanamá y autoridades cantonales y parroquiales.
Como parte del evento también se bendijo y consagró a los Niños a la protección de San Antonio.
San Antonio de Padua, conocido también como San Antonio de Lisboa por el lugar donde nació, perteneció a una familia de origen noble. Su nombre secular fue Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, nacido en Portugal en 1195. De niño fue consagrado a la Santísima Virgen. En su adolescencia temprana estuvo rodeado de frivolidades que lo encandilaron, pero que supo bien rechazar después con la ayuda de la gracia de Dios. La consecuente experiencia de libertad que experimentó en el alma le permitió forjar una amistad sincera con el Señor, amistad que duraría toda la vida.
Como los buenos amigos se tratan con frecuencia, el futuro Antonio no perdía oportunidad para ponerse de rodillas frente al Santísimo Sacramento y rezar y rezar. Fue a través de la oración como Antonio entendió muy bien que solo Dios concede la verdadera fortaleza.