El pasado jueves 9 de octubre, en el majestuoso Santuario de la Virgen del Cisne, se celebró con alegría y gratitud el Jubileo de la Vida Consagrada, una jornada dedicada a reconocer y agradecer el testimonio de hombres y mujeres que han entregado su vida al servicio de Dios, de la Iglesia y de los más necesitados.

Las actividades iniciaron con una peregrinación desde el sector del Agua del Milagro, donde religiosas y consagrados caminaron juntos rumbo al Santuario, entonando cantos marianos y rezando el Santo Rosario. Este momento de oración marcó el inicio de la jornada jubilar, que se vivió en un ambiente de fe, fraternidad y gratitud.

Al mediodía, se celebró la Santa Eucaristía, presidida por Monseñor Walter Heras Segarra, Obispo de la Diócesis de Loja, acompañado por el Padre Jorge Montagna, Vicario de la Vida Consagrada, junto a varios sacerdotes, seminaristas del Seminario Mayor “Reina del Cisne”, y numerosos miembros de comunidades religiosas presentes en la diócesis.

Durante la homilía, Monseñor Walter destacó la importancia del testimonio de quienes consagran su vida al Señor, invitándolos a continuar siendo signos de esperanza, alegría y servicio en medio del pueblo de Dios.

La jornada culminó con un canto especial en honor a la Virgen del Cisne, con el que todos los participantes encomendaron a María las vocaciones religiosas y el fruto de sus misiones.

El Jubileo fue un encuentro de renovación espiritual y fraternidad, que reafirmó la presencia viva de la Vida Consagrada en la Iglesia de Loja, como testimonio de entrega, fidelidad y amor a Cristo.