HISTORIA
La Sagrada Imagen de La Santísima Virgen fue tallada por el escultor español Diego de Robles, en la ciudad de Quito, es de poco menos de una vara, al modo de la de Guadalupe, hermosísima y de color trigueño. La hermosa imagen estuvo ya presente en la capilla que había sido construida en este lugar en el año de 1596. La devoción a la Santísima Virgen fue acompañada en sus inicios por el clero secular. Luego tomó a cargo la misión Franciscana, quienes estuvieron al frente por un periodo aproximado de 179 años, con ellos se construyó el segundo y el tercer templo en honor a nuestra Madre. Este último fue bendecido en el año 1752 a pocos años de la salida de los franciscanos que se dio en el año 1775, cuando ellos salen queda la evangelización, custodia de la Sagrada Imagen y la devoción a la Santísima Virgen en manos del clero secular. Según encontramos en la obra “La advocación de nuestra Señora de El Cisne” de Francisco Riofrío, la manifestación de nuestra Señora tiene lugar el 12 de 0ctubre de 1594, cuando el sector atravesaba una prolongada sequía y los nativos habían decidido abandonar este lugar para ir en busca de mejores tierras.
Estando en esta determinación, se les apareció la Virgen Santísima a los principales y les dijo: fundáseme aquí una Iglesia que allí os quiero asistir, para que no tengáis más hambre. Los nativos hiciéronlo así, construyeron una pequeña choza, llegó la lluvia, la salud y en todo tiempo tuvieron grandes cosechas y verdes praderas.
ROMERÍA
En 1927 se expide el Decreto de “Coronación canónica de la Imagen” sublime acto que tuvo efecto el ocho de septiembre de 1930. Por la coronación canónica, se emprende en la necesidad y tarea de dotarle a la Imagen de la “Reina de El Cisne” de un nuevo templo. Se coloca la primera piedra en 1934 e inicia la construcción de la obra a cargo del P. Ricardo Fernández, sacerdote diocesano y oriundo del Cisne. En 1944 se hace cargo la Comunidad de Padres Oblatos, quienes continúan con la construcción hasta su culminación y consagración en el año de 1979. La Comunidad de Padres Oblatos dejan el Santuario en el 2001 desde esa fecha hasta el momento está a cargo la Diócesis de Loja. Finalmente, Juan Pablo II eleva el Santuario a la Categoría de Basílica Menor en el año de 1980. En tiempos actuales la Advocación de la “Virgen de El Cisne” ha alcanzado para sí el privilegio de ser considerada la devoción más popular y reconocida en todo el Ecuador y más allá de sus fronteras. El amor y devoción a La madre de Dios en la advocación de El Cisne, sigue creciendo cada año, tenemos presencia de peregrinos todos los días, las fiestas que hoy celebramos en el Santuario de El Cisne, son las siguientes: Primero de enero, primero de mayo, 30 y 31 de mayo, 15 de agosto, 8 de septiembre y 18 de noviembre y las romerías se dan todo el mes de mayo, agosto y septiembre. Las fiestas y romerías desde sus inicios quedaron el 8 de septiembre y 15 de agosto, la devoción fue creciendo cada año era muy grande la cantidad de fieles que llegaban, al punto que a inicios del siglo XIX los vecinos de Loja, solicitaron a la Municipalidad la gestión para trasladar las romerías del 8 de septiembre y 15 de agosto a Loja, argumentando que en El Cisne: “no existían cómodas viviendas donde acoger a las más de diez mil almas que llegaban a la romería, que están expuestos a muchas enfermedades y robos frecuentes; que los romeriantes pierden sus acémilas por las montañas … que es todo confusión y desorden” El libertador Simón Bolívar presidente de la Gran Colombia, acoge la solicitud en decreto del 28 de julio de 1829, esto causo muchos problemas y protestas por los cisneños y devotos, hasta que en 1831 el Presidente Juan José Flores hiciera una reforma al decreto, restituyendo al Cisne la romería del 15 de agosto y dejando a Loja la feria del 8 de septiembre. Desde ahí cada 20 de agosto La Sagrada Imagen hace su entrada triunfal a la ciudad de Loja.
La romería de la Virgen de El Cisne es una festividad religiosa que inicia el 15 de agosto desde la parroquia El Cisne hasta Loja. miles de fieles acompañan a María en un recorrido de aproximadamente 72 kilómetros.
EL recorrido inicia desde El Cisne y pasa por San Pedro de la Bendita, Catamayo y finalmente Loja. Son cuatro días de peregrinación que en cada parada se efectúan actividades religiosas y culturales.
El 20 de agosto es el día principal, debido a que se evidencia en el trayecto de la vía Catamayo-Loja a miles de fieles de diferentes partes del mundo.
