Miles han sido las generaciones de priostes que año tras año visitan a la «Churonita» cómo ellos le dicen con cariño, para agradecerle por su intercesión en favores recibidos. Cómo es tradición cada año ellos obsequian a la Virgen de El Cisne los vestidos que luce el 14 y 15 de agosto, cómo muestra del amor infinito que le tienen a nuestra buena Madre.